Las camas «antisexo» de cartón en los Juegos Olímpicos de Japón 2020 se convirtieron en tendencia mundial por la peculiar forma en que estaban diseñadas. ¿Y cuál era esta particularidad? Que la estructura estaba formada por cartón reciclable, obra de la empresa japonesa Airweave, en un intento por resultar respetuosos con el medio ambiente.
En total, se colocaron 18.000 camas, una cuestión que fue anunciada en enero de 2021. En aquella ocasión, el máximo responsable de la Villa Olímpica en Tokio, Takashi Kitajima, manifestó que las camas podrían soportar hasta 200 kilos. Dicho de otra forma, se aseguró que eran más estables incluso que las camas de madera tradicionales.
Sin embargo, en las redes, y entre los propios atletas, se generó la falsa creencia de que estas camas estaban diseñadas para evitar el contacto físico en la Villa Olímpica, de forma que fuera más complicado mantener relaciones sexuales. De esta forma, también se evitaba la propagación del coronavirus. El atleta estadounidense Paul Chelimo, llegó a afirmar que estas camas estaban diseñadas para «evitar la intimidad entre los deportistas» y que solo eran capaces «de soportar el peso de una sola persona». Sin embargo, también hubo atletas que quisieron quitar hierro al asunto, y se pusieron a saltar encima de la cama, demostrando que efectivamente se trataba de un rumor sin ningún fundamento.
La verdad es que no esperábamos que nuestras camas se hicieran virales. Es algo que jamás habíamos tenido en cuenta […] Solo pretendíamos crear una cama que fuera más resistente de lo habitual. Nos centramos en el descanso, no en cualquier otra cosa que pueda suceder en una cama.
Motokumi Takaoka, CEO de Airweave
El bulo de las camas de cartón
La pregunta es: ¿por qué nadie negó entonces esto cuando se estaban vertiendo los bulos en Internet, incluso por los propios medios de comunicación? La respuesta que da Motokumi Takaoka, el presidente de Airweave, es que elaborar un comunicado habría restado interés a la situación. Al final, obtuvieron la mejor campaña de marketing posible: les interesaba que se hablara de sus camas de cartón.
En definitiva, sí, fue todo un bulo.