«Los videojuegos son malos», suelen decir. Pues hoy tenemos la historia de un hombre que se anticipó a un infarto gracias a Puyo Puyo. Esta persona jugaba a diario a este videojuego, un popular título de puzles, diseñado por la popular desarrolladora Compile. ¿Lo conocéis? La dinámica es sencilla: encajar bolas de gelatina de colores como si fuesen piezas de Tetris.
El caso es que fue en una de sus partidas cuando se dio cuenta de que algo no iba bien: no podía controlar el mando como de costumbre. ¿Qué ocurría? Obviamente, algo no iba bien, y tenía que ver con un problema de salud al que era importante anticiparse.
Existen varios síntomas que pueden llevar a alertar sobre un infarto cerebral o ictus, como dificultad para caminar, hablar, mareos, pérdida de equilibrio, confusión o adormecimiento de las extremidades (entre otros). Pues bien, este hombre pudo darse cuenta de que algo iba mal gracias a que estaba jugando al juego. Este es el relato que dejó en la red social Twitter tras someterse a los médicos:
Mi madre me contó que mi padre había sido atendido en el hospital por un infarto cerebral. Fueron porque no podía manipular el controlador mientras jugaba a Puyo Puyo. Allí le hicieron pruebas y le diagnosticaron una etapa inicial de infarto. ¡Gracias Puyo Puyo!
Cuenta de @tabboi en Twitter
Curiosa historia, ¿verdad? Y ya sabéis, jugar a videojuegos no es tan malo como algunos lo pintan. Desde luego, que se lo pregunten a este jugador.