Uno de los fenómenos más curiosos y que más han dado que hablar en Japón durante los últimos meses es el relativo a la princesa Mako. ¿Qué ha ocurrido? Básicamente, la antes princesa de Akishino (sobrina del emperador Naruhito) decidió contraer matrimonio este mismo 2021 con un plebeyo, perdiendo en consecuencia su título… y también abandonando la familia imperial.
¿Por qué? Mientras que en otros sistemas monárquicos se contempla esta posibilidad, la ley de la casa imperial japonesa (no tocada desde 1947) establece en su artículo 12 lo siguiente:
En caso de que una mujer de la Familia Imperial contrajese matrimonio con otra persona distinta al Emperador u otro miembro de la Familia Imperial, perderá su estatus como miembro de dicha familia.
Artículo 12 de la Ley de la Casa Imperial de Japón (1947)
Dicho esto, conozcamos un poco más sobre Mako:

- Está graduada de Museología por la Universidad de Leicester (Reino Unido).
- Mostró siempre gran interés por el arte y la arquitectura, algo que la llevó a realizar una visita a Viena (Austria). Allí visito varios emplazamientos, como la catedral de San Esteban.
- Ha efectuado varias visitas oficiales a países latinoamericanos entre los años 2015 y 2019. Entre ellos se encuentran Perú, Bolivia, Paraguay, Honduras o El Salvador.
- Fue voluntaria anónima en las zonas afectadas por el tsunami y terremoto de 2001 en Japon.
El romance de la princesa Mako
Sin embargo, el gran evento de su vida tuvo lugar en el año 2013. Fue entonces cuando conoció a Kei Komuro, con quien estudió en la International Christian University. Desde entonces no dejaron de verse, hasta que en 2017 se anunció la intención de contraer matrimonio. Los problemas no tardaron en llegar. La boda se esperaba que tuviera lugar en 2018. Sin embargo, Kei Komuro se enfrentó a un problema derivado de una deuda que contrajo su madre con su exesposo. Básicamente, se trataba de cerca de 35.000 dólares que Komuro había utilizado para pagar la matrícula de sus estudios de abogacía.
Esto tuvo un fuerte impacto en los medios de comunicación de Japón, que usaron el tema para ganar audiencia (tal y como se hace en otros países con los asuntos monárquicos). Debido a que la familia Komuro no estaba tan protegida como la imperial, el destinatario de las críticas fue fundamentalmente Kei Komuro. El joven atrajo la atención de los reporteros a cada paso que daba en su vida personal. Komuro trató de explicar en un largo comunicado que su madre cogió el dinero de su exmarido porque creyó que era un regalo, pero la opinión pública ya se había posicionado.
Las críticas que llegaron de todas partes eran tan fuertes, que la princesa Mako decidió renunciar a los 1,3 millones de dólares que le correspondía por renunciar a su estatus en la familia real. Para poner más polémica al asunto, semanas antes de que contrajese matrimonio, la Casa Imperial anunció (de parte de la princesa Mako) que recientemente había sido diagnosticada con un desorden complejo postraumático causado por estrés, el cual habría sido originado a causa de su cargo durante muchos años de presión. Este no es el primer caso de problemas mentales en la familia real japonesa
En resumen, un auténtico escándalo que se resolvió felizmente para la pareja cuando contrajeron finalmente matrimonio en octubre de 2021. Actualmente viven en Nueva York.