¿Se prepara una crisis en Japón para el año 2022? Existen razones para pensar que la economía japonesa pasará por un momento complicado durante los próximos meses. La razón está en la subida de precios al por mayor que se ha registrado con respecto al año pasado. Han subido un 9%, lo cual supone el ascenso más grande de la historia del país oriental.
El pasado mes de octubre los datos no fueron mucho mejores. Los precios se dispararon también un 8,3% con respecto a los datos del año previo. Esto se debería, según el Banco de Japón, al incremento en el coste de la energía (un fenómeno global) y al debilitamiento del yen.
Como consecuencias más inmediatas, Japón tiene que pagar más dinero por las importaciones, pero a cambio se beneficia del mercado de exportación. Esto ha sido valorado por el gobernador del Banco de Japón como algo positivo para las empresas que se dedican a la exportación, pero también tiene varias contrapartidas importantes. Por ejemplo, el petróleo y el carbón incrementaron su precio en cerca de un 50%, los materiales de madera un 60% y los metales un 30%. El mayor coste de estas materias primas repercute en el consumo, obviamente.
¿Hasta qué punto? Por el momento, las compañías japonesas se niegan a que los consumidores tengan que asumir los costes, por miedo a que estos dejen de comprar. Es una situación complicada, porque si estas empresas ven resentidas sus cuentas, al final afectará a la economía de Japón, llevando a una posible crisis en 2022. No obstante, el país se mantiene aferrada a su idea económica de «baja inflación, bajos intereses y crecimiento lento», la cual ha guiado su manera de actuar durante los últimos tiempos.