Hay una imagen icónica de las ciudades de Japón: las calles lluviosas con gente haciendo uso de unos inconfundibles paraguas transparentes. Reciben el nombre de biniirugasa (ビニール傘) y se pueden encontrar a la venta en todas partes… por muy pocos euros: lo mínimo son unos 100 yenes. Podría decirse que forman parte importante de la vida en Japón.
No son pocos los turistas que van buscando estos paraguas, puesto que suponen un icono, y la experiencia de sujetarlo es muy distinta a la los paraguas convencionales. ¿Por qué? Porque es transparente. Menuda tontería, ¿verdad? Pues es más útil de lo que parece. La razón es que amplían el campo de visión y permiten esquivar los paraguas de otras personas que van por la calle. Es un elemento más de la sociedad japonesa:
Una de las claves de los biniirugasa es que son transparentes, algo que facilita la visión. Es algo de mucha importancia en las ciudades más bullicias de Japón, como es el caso de Tokio. Puedes caminar por la calle y al mismo tiempo tener un control sobre los límites del paraguas. La finalidad es no molestar ni que nos molesten.
Los paraguas transparentes de Japón
Los japoneses suelen pensar en todo, y este es un ejemplo más. Algo tan simple como un paraguas transparente es capaz de marcar la diferencia. Sus varillas son débiles y la estructura es más bien barata en este tipo de paraguas. Son muy de usar y tirar. De hecho, no es extraño encontrárselos por la calle. Puede ser olvidados o simplemente abandonados para que otra persona los recoja.

En cualquier caso, supone una de las experiencias de Japón, por raro que parezca. En otros países abunda la diversidad de colores y formas. Sin embarog, en Japón te encontrarás con ejércitos de paraguas transparentes que parecen haber sido sacados de la misma fábrica. Y eso impacta, aunque sea un poquito. Si vais, comprad uno y pedid que llueva… pero tampoco mucho, que ya sabemos con qué facilidad aparecen los tifones.