Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ya han arrancado, ¿pero cuáles fueron sus mejores momentos? Si te los perdiste, o ya no los recuerdas, aquí repasamos cuáles fueron los momentos más emocionantes, esos que dieron sentido a más de tres horas de apertura.
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Atletas en tiempo de pandemia: Arisa Tsubata
Probablemente el nombre de Arisa Tsubata no os suene de nada, pero su historia ejemplifica los estragos del coronavirus sobre el mundo del deporte y los Juegos Olímpicos de Tokio en particular.
Tsubata es una enfermera y boxeadora que podría haber participado en este evento, pero debido a las dificultades para realizar la ronda clasificatoria, fue directamente suspendida. Esta es la principal razón de que saliera entrenando en solitario, simbolizando el pesar y dificultades que tuvieron que superar miles de deportistas para llegar hasta este momento. Sin duda, un bonito homenaje para una de esas personas que tuvieron que quedarse fuera del evento. Una auténtica lástima, esperemos que tenga más suerte en los próximos Juegos.
Manga y videojuegos como símbolo de cultura
Japón es sinónimo de manga y videojuegos. Es una auténtica potencia mundial en la producción audiovisual en estos terrenos, con obras que han causado un tremendo impacto. ¿Por qué no sacar pecho por ello? Hubo muchos detalles a este respecto. Dos ejemplos:
1) Que todos los países desfilaban con carteles que ponían sus respectivos nombres como si fueran el bocadillo de una historieta manga.
2) Los atletas entraban al estadio al ritmo de reconocidas composiciones pertenecientes a juegos como Final Fantasy, Dragon Quest o Kingdom Hearts… ¡entre muchas otras canciones! El sector más friki seguro que se lo pasó bien con estos detalles.
Los pictogramas de Tokio 2020
Es un dato no muy conocido, pero Japón introdujo los pictogramas en la escenografía olímpica. ¡Como no! Fue en los Juegos Olímpicos de Japón en su edición del año 1964. Con motivo de ello, los japoneses decidieron hacerse un homenaje durante el evento de este 2021 y preparar una escenificación muy divertida en que unos especialistas vestidos de blanco y azul emularon hasta 50 escenas de distintas disciplinas olímpicas (las que se disputaron por aquel entonces y hoy en día se siguen disputando). Muy original y al mismo tiempo muy entretenido de ver. Os recomendamos echarle un vistazo, porque fue uno de los mejores momentos de Tokio 2020.
Un mundo de drones se alzó en Tokio
Sin duda fue uno de los momentos más espectaculares del evento. Los japoneses destacan por el uso de la tecnología, y no podían dejar la oportunidad de asombrar al mundo, más ahora que eran el centro de atención. Esa fue la razón por la que se colocaron 1.824 drones en el cielo de la ciudad, sobrevolando el Estadio Olímpico de Tokio. La coreografía funcionó a la perfección, primero dibujando el emblema olímpico, para posteriormente dar forma al globo terráqueo. Si ya desde la retransmisión televisiva sorprendía, no nos podemos imaginar el deleite que podría haber significado verlo en vivo, puesto que la imagen era real y completamente tridimensional (sin trucos audiovisuales que valgan, como había ocurrido en otros Juegos).
El encendido de la antorcha por Naomi Osaka
Los Juegos Olímpicos suelen recurrir a una personalidad deportiva de renombre que represente a cada país anfitrión. En este caso, parece que Japón lo tuvo claro. Naomi Osaka es una tenista japonesa de gran éxito, además de una de las mejor pagadas del mundo. A pesar de su tremenda juventud (23 años) ya ha conseguido muchas cosas, además de ser una de las profesionales con mayor proyección deportiva en la actualidad.
Ella fue la encargada de encender el pebetero olímpico, que como símbolo de respeto al medio ambiente, usa hidrógeno para mantener viva la llama olímpica. Por cierto, la subida al pebetero simbolizaba la escalada al Monte Fuji, uno de los grandes símbolos de Japón.